El Islam es una forma de vida integral, y la moral es uno de sus pilares fundamentales. El Islam fomenta y ordena todo comportamiento bueno, y prohíbe y advierte contra todo comportamiento malo y lascivo.
El Islam guía a los individuos a actuar con cortesía y respeto, haciendo hincapié en las buenas maneras y comportamientos hacia los demás.
Nos enseña la nobleza del perdón, a desear para los demás lo que deseamos para nosotros mismos, y a protegernos del engaño, la falsedad y los pensamientos malintencionados.
Afirma que las personas más honorables y nobles son aquellas que tienen más piedad y rectitud, cuyos corazones están puros y libres de envidia, odio y arrogancia.
Fomenta la ayuda a los débiles, pobres, necesitados y discapacitados, y promueve la generosidad, la caridad y la cooperación.
Nos inspira a realizar actos de servicio y voluntariado, enseñando que los más elevados de la humanidad son aquellos que contribuyen desinteresadamente al bienestar de los demás.
Enseña la gentileza hacia los animales y el medio ambiente y aboga por el respeto y cuidado de los padres, los ancianos y los miembros de la familia.
Promueve la paz, la seguridad y la armonía, prohíbe la transgresión, el robo y el asesinato de inocentes, y condena la traición, el engaño y los acuerdos rotos.
Prohíbe el odio, la malicia, la calumnia y el desprecio hacia los demás, y manda la veracidad, la justicia, la confianza, la generosidad y la humildad, cualidades que reflejan el carácter más noble.
Nos orienta a cultivar relaciones armoniosas con nuestro Creador, con nosotros mismos y con los que nos rodean, encarnando la esencia del equilibrio y la paz.
