En el Islam, la paz interior está profundamente conectada con la fe, la sumisión a Allah y el mantenimiento de una vida equilibrada.
La fe enseña que la verdadera paz no depende de las circunstancias externas, sino de la serenidad del corazón, que proviene de confiar en la sabiduría de Allah y estar contentos con Sus decretos.
El Profeta Muhammad (la paz sea con él) dijo: "Y todos tenemos un trozo de carne en el cuerpo que, si está sano, sanea todo el cuerpo y si está corrompido, corrompe todo el cuerpo. Y ése es el corazón." [Sahih Muslim - 1599]
Los actos de adoración como la oración (Salah), el recuerdo de Allah (Dhikr) y la reflexión sobre el Corán calman el corazón e infunden tranquilidad en la mente. Allah, el Todopoderoso, dice: " Los corazones de los creyentes se sosiegan con el recuerdo de Dios. ¿Acaso no es con el recuerdo de Dios que se sosiegan los corazones?." (Corán 13:28)
El Islam enseña que, incluso en tiempos de dificultades, se puede encontrar paz a través de la paciencia y la gratitud, ya que los creyentes son recordados de que cada prueba es un medio de crecimiento espiritual.
El camino hacia la paz interior también se pavimenta con bondad, caridad y esfuerzos por buscar la armonía con los demás, fomentando un ambiente de respeto mutuo y comprensión.
El Islam guía a sus seguidores hacia un estado de sumisión pacífica a la voluntad de Allah, lo que trae serenidad al alma.