En el Islam, la verdadera felicidad se entiende como un estado de paz interior y satisfacción que surge de una fuerte conexión con Allah, cumplir con las obligaciones y seguir una vida justa.
La verdadera felicidad no se encuentra en la riqueza material o placeres pasajeros, sino en la búsqueda del crecimiento espiritual, mantener relaciones fuertes y contribuir positivamente a la sociedad.
El Islam enseña que la gratitud y la paciencia son clave para enfrentar los desafíos de la vida, mientras que los actos de bondad, caridad y ayudar a los demás aumentan el sentido de realización personal.
Al vivir de acuerdo con los principios islámicos, los individuos pueden experimentar una felicidad profunda y duradera que los conecta con la misericordia de Allah y la promesa de felicidad eterna en la vida después de la muerte.
Allah, el Todopoderoso, dice: "Al creyente que obre rectamente, sea varón o mujer, le concederé una vida buena [61]y le multiplicaré la recompensa de sus buenas obras.[62]" (Corán 16:97)
[61] Por la dulzura de la fe, la tranquilidad en el corazón y la satisfacción con la provisión dada por Allah.
[62] En la vida después de la muerte.