La Piedra Negra es una piedra del Paraíso que fue colocada en una esquina de la Kaaba por el Profeta Abraham (que la paz de Allâh sea con él) y que los musulmanes honran por ello, siguiendo el ejemplo del Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allâh sean con él). sea con él), quien lo besó en su Hayy de despedida. Los musulmanes no atribuyen poder divino a la Piedra Trasera ni la adoran.
Los musulmanes realizan un ritual durante el Hajj o Umrah llamado Tawaf (circunvalación de la Ka`bah siete veces). Se realiza dando vueltas alrededor de la Kaaba siete veces [en sentido contrario a las agujas del reloj, es decir, manteniendo la Kaaba a la izquierda]. Cada ronda de Tawaf debe comenzar frente a la Piedra Negra y terminar allí. Durante el Tawaf, los peregrinos besan, tocan o señalan con la palma de sus manos la Piedra Negra como parte de su peregrinación. No tiene ningún significado religioso esencial más allá de este acto. Es simbólico como lo es la bandera de un país; algo que respetar y enorgullecerse. Besarlo no es una obligación sino una demostración de honor. En resumen, la adoración entre los musulmanes está dirigida únicamente a Allâh, pero no a ningún objeto físico.
Existe una idea errónea muy extendida entre los no musulmanes de que los musulmanes adoran la Kaaba o la Piedra Negra, lo cual es una afirmación totalmente infundada y sin fundamento que se basa en una falta de comprensión de la religión y la historia islámicas.
En primer lugar, es crucial comprender que el culto musulmán está dirigido únicamente a Allâh, el único Dios digno de adoración. Los musulmanes creen que Allâh es el Único Creador del universo y que es el único ser digno de adoración. Por lo tanto, sugerir que los musulmanes adoran cualquier objeto físico, incluida la Kaaba y la Piedra Negra, es completamente erróneo.
En conclusión, es erróneo sugerir que los musulmanes adoran la Kaaba o la Piedra Negra. El culto musulmán está dirigido únicamente a Allâh. Estos objetos físicos sirven sólo como símbolos de la unidad, la devoción y la sumisión musulmana a Allâh. Los musulmanes realizan actos de homenaje hacia estos objetos como medio de expresar su fe y su conexión con los rituales islámicos, pero no los adoran como ídolos o deidades. Es esencial comprender los fundamentos de la fe y la práctica islámicas para evitar conceptos erróneos e interpretaciones erróneas.