Los musulmanes creen en Jesús (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) como Profeta y Mensajero de Allah, pero no aceptan la creencia de que sea el hijo de Allah o parte de la Trinidad. Según las enseñanzas islámicas, Jesús fue uno de los profetas más importantes enviados por Allâh antes del Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allâh sean con él). Los musulmanes lo veneran y respetan por sus enseñanzas y conducta ejemplar.
También creen firmemente en su nacimiento milagroso de la Virgen María, sus poderes curativos y su ascensión al cielo. Sin embargo, el Islam se opone con vehemencia a cualquier noción que atribuya cualidades divinas a cualquier ser humano o entidad asociada con Allâh. Por lo tanto, si bien los musulmanes sienten una gran reverencia por Jesús como un honorable Profeta enviado por Allâh, no lo equiparan con la divinidad como lo hacen los cristianos.