Ateo: ¿Realmente necesitamos la religión?
Tenemos nuestras propias mentes y hemos inventado la inteligencia artificial. Inventamos microchips y diseñamos satélites. Estamos en el siglo XXI.
Creyente: Ok, pero quiero que recordemos la sorprendente cantidad de víctimas de las guerras y la locura humana. Primera Guerra Mundial (1914-1918): 15 millones Guerra Civil Rusa (1917-1922): 9 millones La Unión Soviética, bajo Stalin, (1924-1953): 20 millones La cuestión es quién ha infligido a la pobre humanidad las tragedias del gas venenoso, el alambre de espino, los productos altamente explosivos, los experimentos eugenésicos, la artillería pesada, justificaciones para asesinatos en masa apoyados en falsos argumentos científicos, bombas de racimo, submarinos de ataque, napalm, misiles balísticos intercontinentales, plataformas militares en el espacio y armas nucleares.
Continuemos...
Segunda Guerra Mundial (1939-1945): 55 millones. Guerra Civil China (1945 - 1949): 2,5 millones. República Popular China, régimen de Mao Zedong (1949 - 1975): 40 millones. Tíbet (1950 al presente): 600 mil. Congo (1886-1908): 8 millones. México (1910-1920): 1 millón.
¿Quieres más? Yo tampoco...
Pero quiero que mires bien a este mundo, pobreza, hambre, guerras, suicidios, asesinatos, locura... y después responde a tu propia pregunta.
¿Deberíamos confiar en la mente humana que produjo toda esta miseria?
¿Podemos confiar en que nos ayude a salir de este laberinto?
Siendo que fue la mente humana la que nos metió en este abismo. No hay duda que nuestra mente necesita una guía para mantenerse en el buen camino.
De lo contrario, será como una hoja, que flota en el viento, que es llevada de derecha a izquierda, de este a oeste. El bien y el mal serán algo borroso, como una señal en una pantalla defectuosa.
Ateo: Las personas religiosas también cometen crímenes ¿Puedes negarlo?
Creyente: Esto ocurre cuando olvidan o prefieren olvidar el aspecto esencial que separa la religión de las leyes del hombre. que no son más que palabras en un pedazo de papel. Todos deseamos ser libres de restricciones, y que ninguna ley pueda prohibirnos hacer lo que queremos en especial si depende para ello solo de controles externos.
El hombre seguirá siendo influenciado por sus malos deseos a menos que los mate él mismo y los domine con su libre albedrío, no por temor a la ley o a la policía.
Esto ocurre cuando olvidan, o prefieren olvidar, el aspecto esencial que separa la religión de las leyes del hombre. La religión, a su vez, se convierte en una ley vacía y sin alma.
Ateo: Dime entonces, por Dios, ¿cuál es la diferencia esencial? La varita mágica que hace que la gente respete la...
Creyente: Un momento, ¿por qué los ateos juran por Dios cuando hablan? ¿No es más lógico que juren por la mitosis?
Ateo: ¡Jaime, por favor!
Creyente: ¿O por la cadena evolutiva?
Ateo: Es solo una expresión de uso común.
Creyente: ¿Estás seguro de que utilizarías la misma palabra si te encontrases flotando en medio del océano, aferrado a un madero?
También le pedirías a Dios si te encontrases en necesidad de una persona en particular en una situación difícil.
Ateo: Por favor, solo responde la pregunta.
Creyente: ¿Has leído a Robinson Crusoe?
Ateo: ¡Dios…!
Creyente: Debes leerlo para saber que la búsqueda de Dios está arraigada en la naturaleza humana .
Ateo: ¿Tienes alguna intención de responder a mi pregunta?
Creyente: Tú mismo respondiste la pregunta.
Ateo: ¿Qué?
Creyente: Tú mismo respondiste la pregunta.
Ateo: ¿Cuál era la pregunta?
Creyente: ¿Cuál es el principal elemento que distingue la ley celestial de la ley hecha por el hombre?
Ateo: Oh, ¿quieres decir ...?
Creyente: Allah (Dios).