En el Islam, Jesús es considerado con gran respeto, reconocido como un profeta significativo que entregó el mensaje de Dios a la humanidad. Sin embargo, el concepto de Jesús como el hijo de Dios no es aceptado en el Islam. El Corán, el libro sagrado del Islam, niega explícitamente la noción de que Dios tenga descendencia. Por lo tanto, en la fe islámica, Jesús no se considera el hijo de Dios.
La creencia fundamental en el Islam es el Tawhid, que es el concepto de la unicidad de Dios. Esta creencia es central en la fe islámica, y el Corán la enfatiza en varios versículos. Uno de estos versículos dice: "Di: Él es Dios, el Único; Dios, el Eterno, Absoluto; no engendra ni ha sido engendrado, y no hay nada que se le parezca" (112:1-4). Este versículo niega claramente la idea de que Dios tenga un hijo o descendencia, lo que hace inaceptable para los musulmanes creer en Jesús como el hijo de Dios.
El Corán también relata el nacimiento de Jesús, que fue milagroso, ya que nació de María sin la intervención de ningún hombre. Este nacimiento milagroso es reconocido y venerado en el Islam, pero no sugiere que Jesús sea el hijo de Dios.
Los musulmanes creen que Jesús es un mensajero de Dios, enviado para predicar el mensaje del Islam, al igual que otros profetas. Entregó el mensaje de sumisión a Dios, enfatizando que no hay deidad digna de adoración excepto Allah. Este mensaje es la piedra angular de la creencia islámica, y es esta creencia la que define la relación entre los musulmanes y Jesús.
En conclusión, aunque Jesús es un profeta muy respetado en el Islam, el concepto de él como el hijo de Dios no es aceptado. Los musulmanes creen en la unicidad de Dios, y el Corán niega la idea de que Dios tenga descendencia. Jesús es visto como un mensajero de Dios que entregó el mensaje del Islam pero no como hijo de Dios.