Allâh es el único Dios adorado en el Islam. Él (Gloria a Él) es el Creador Todopoderoso y Sustentador del universo. Los musulmanes creen que Allâh es Omnisciente, Omnipotente y Benevolente. Él es la fuente de todo conocimiento, poder y misericordia. Él es la única Entidad que puede brindar guía, bendición y salvación a la humanidad. Sin embargo, a diferencia de otras religiones, Allâh no puede ser percibido por los sentidos humanos y no puede describirse con ningún atributo humano. Los musulmanes creen que Allâh es trascendente. Su Poder y Autoridad absolutos no pueden ser comprendidos por los seres mortales.
Por otro lado, Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) es considerado el profeta más importante y venerado del Islam, a través de quien el Mensaje de Allah fue revelado al mundo. Los musulmanes creen que el Profeta Muhammad fue elegido por Allâh para transmitir Su Mensaje Divino y sus enseñanzas a la humanidad, que están contenidas en el libro sagrado del Islam , el Corán. Muhammad es honrado sólo como profeta y no como una deidad o entidad divina.
El Corán, que los musulmanes creen que es una revelación directa de Allâh al profeta Muhammad, es la principal fuente de orientación religiosa para todos los musulmanes. El Corán es considerado un texto santo y sagrado que contiene las palabras y mandamientos de Allâh a la humanidad. Los musulmanes dedican una gran cantidad de tiempo a leer y estudiar el Corán para obtener una comprensión más profunda del Mensaje de Allâh y vivir sus vidas de acuerdo con los principios descritos en el libro.
En conclusión, la principal diferencia entre Allâh y Muhammad en el Islam son sus atributos. Allâh es el Dios Todopoderoso y Omnipotente adorado por los musulmanes en todo el mundo. Él es la fuente de todo conocimiento, poder, misericordia y bondad en el universo. Por otro lado, Muhammad es el venerado Profeta del Islam que sirvió como Mensajero humano de Allah, transmitiendo Su Mensaje Divino a la humanidad. No se le adora como una entidad o deidad divina, sino que se le sigue como el Mensajero de Allah. Estas diferencias subrayan los principios y creencias fundamentales del Islam, que enfatizan la unidad y omnipotencia de Allâh y el papel crucial del Profeta Muhammad como Mensajero Final de Allâh.