Jesús, también conocido como `Isa, es una figura altamente respetada y venerada en el Islam. Se le considera uno de los más grandes profetas de Allâh, junto con Adán, Abraham, Moisés y Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allâh sean con todos ellos). Los musulmanes creen que Jesús fue enviado por Allâh como mensajero para guiar a los hijos de Israel por el camino de la rectitud.
La visión islámica de la vida de Jesús difiere de la que se encuentra en el Nuevo Testamento. Si bien ambos coinciden en que Jesús nació de una virgen, los musulmanes creen que no fue crucificado, sino que fue rescatado y elevado físicamente a los cielos por Allâh. Esta creencia se basa en el Corán, que afirma que
"no lo mataron ni lo crucificaron, sino que les pareció así"
(Surah An-Nisa' 4:157).
Los musulmanes también creen que Jesús realizó numerosos milagros durante su vida, a través del Poder de Allâh. Estos milagros incluyeron la curación de los ciegos y los leprosos, la resurrección de los muertos e incluso la creación de vida a partir del barro. Según los textos islámicos, Jesús realizó estas obras milagrosas para demostrar el Poder de Allâh a la gente.
Además de realizar milagros, Jesús también enseñó extensamente sobre la naturaleza de Allâh y la importancia de llevar una vida virtuosa. Enfatizó la necesidad de amar y respetar a los demás, y de tratarse mutuamente con amabilidad y compasión. También hizo hincapié en la importancia de adorar y seguir los mandamientos de Allâh, y de realizar buenas acciones y evitar el mal.
En general, Jesús es muy respetado en el Islam como un honorable Profeta y Mensajero de Allâh, que fue enviado para guiar a la humanidad por el camino de la rectitud. Sus enseñanzas y milagros continúan sirviendo como inspiración y guía para los musulmanes de hoy, que buscan vivir de acuerdo con los principios de amor, compasión y rectitud que él predicó.
