Cada miembro de la raza humana nace de manera innata sabiendo que Dios es Uno. El Profeta Muhammad dijo que cada niño nace en un estado de fitrah (la condición más pura y natural), con la comprensión correcta de Dios. [Saheeh Muslim]. Según el Islam, este es un estado natural del ser, sabiendo instintivamente que hay un Creador y deseando naturalmente adorarlo y complacerlo. Sin embargo, aquellos que no conocen a Dios o no establecen una relación con Él pueden encontrar la existencia humana desconcertante e incluso angustiante. Para muchos, permitir que Dios entre en sus vidas y adorarlo de una manera que sea agradable para Él da un significado completamente nuevo a la vida. A través de actos de adoración como la oración y la súplica, uno comienza a sentir que Dios está cerca, a través de Su infinito conocimiento y sabiduría. Un creyente se siente seguro al saber que Dios, el Más Alto, está sobre los cielos, y se siente consolado por el hecho de que Él está con ellos en todos sus asuntos. Un musulmán nunca está solo.
