Dios sabe lo que es mejor para Su creación. Tiene un conocimiento completo de la psique humana. Por lo tanto, el Islam define claramente los derechos y responsabilidades que tenemos hacia Dios, nuestros padres, cónyuges, hijos, familiares, vecinos, etc. Esto trae orden al caos, armonía a la confusión y reemplaza la fricción y el conflicto con la paz. Convertirse al Islam permite enfrentar cualquier situación con confianza. El Islam puede guiarnos en todos los aspectos de la vida: espiritual, político, familiar, social y corporativo.
Cuando cumplimos con nuestra obligación de honrar y obedecer a Dios, automáticamente adquirimos todos los modales y altos estándares de moralidad que el Islam exige. Convertirse al Islam significa someterse a la voluntad de Dios, lo que implica honrar y respetar los derechos de la humanidad, todas las criaturas vivientes e incluso el medio ambiente. Debemos conocer a Dios y someternos a Él para tomar decisiones que nos permitan ganar Su placer.