Preguntas frecuentes

A Muhammad (que la paz y las bendiciones sean con él) se le contrasta frecuentemente con Jesucristo (que la paz de Allah sea con él) en varios aspectos. Si bien ambas figuras son consideradas excelentes profetas y figuras importantes en la transmisión del Islam a la gente, hay ciertos aspectos en los que sus vidas divergen. 

Uno de estos aspectos son los muchos milagros que Jesús realizó, incluida la curación de los enfermos e incluso la resurrección de los muertos, para guiar a su pueblo a creer en Allâh. Comparado con él, Muhammad no tuvo milagros como Jesús.

El concepto de milagros (conocido como Mu`jizat en árabe) es central en la teología islámica. Los musulmanes creen que Allâh (Exaltado sea) posee el poder de intervenir en el orden natural de las cosas y realizar actos que desafían la lógica y el entendimiento humanos. Como último Profeta del Islam, se dice que a Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allâh sean con él) se le concedió la capacidad de realizar milagros como señal de su profecía.

Los musulmanes no adoran a Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allâh sean con él) ni a ninguna otra cosa que no sea Allâh únicamente. Más bien lo tienen en alta estima como el Profeta Final del Islam. La adoración de cualquier ser humano o cualquier otra cosa que no sea Allâh está estrictamente prohibida en el Islam, que se basa en la creencia en la absoluta unidad y trascendencia de Allâh (Exaltado sea). Los musulmanes veneran a Muhammad porque entregó el Mensaje final de Allâh a la humanidad y vivió una vida ejemplar que sirve de modelo para todos los creyentes. 

Demostró fe, sabiduría, compasión e integridad inquebrantables, entre otras cualidades que lo convierten en una figura primordial en la historia islámica. Los musulmanes emulan su carácter y sus enseñanzas en su vida diaria, como se detalla en la Sunnah. Sin embargo, esto no significa que lo eleven a un estatus divino ni que incurran en ninguna forma de idolatría. En cambio, Muhammad es visto como un Mensajero que transmitió las Palabras y Mandamientos de Allâh sin alteración ni interpretación personal.

 

Como Mensajero de Allah, el papel de Muhammad era transmitir el mensaje divino y guiar a la gente por el camino correcto hacia la salvación. El concepto de morir por los pecados no está en consonancia con las creencias islámicas porque cada individuo es responsable de sus propios actos y deberá rendir cuentas de ellos en el Día del Juicio.

El Corán establece claramente que “ningún alma llevará la carga de otro” (53:38) y, por lo tanto, no era necesario que Muhammad ni nadie más se sacrificara por los pecados de otros. Además, el Islam enseña que Allah -Exaltado sea- es Misericordioso y Perdonador, y que el arrepentimiento siempre es bienvenido por Él. Por lo tanto, se anima a los musulmanes a buscar el perdón directamente de Allâh mediante un arrepentimiento sincero en lugar de depender de la expiación de otra persona. En resumen, Muhammad no murió por los pecados de los musulmanes porque va en contra de la fe islámica y los principios de responsabilidad individual y misericordia divina.

En el Islam, no es apropiado hacer comparaciones directas o clasificar a los profetas o mensajeros de Allâh, incluidos Jesús (`Isa en árabe) y Muhammad (la paz sea con ellos). Tanto Jesús como Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) son figuras muy veneradas en el Islam, y cada uno tiene un papel y un significado únicos en la fe islámica.

"Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) es el Profeta del Islam que recibió revelaciones divinas de Allah, las cuales son conocidas colectivamente como el Corán. Nacido en La Meca en el año 570 d.C., quedó huérfano a una temprana edad y fue criado por su abuelo y su tío. En su juventud, trabajó como pastor y luego como comerciante. 

A la edad de 40 años, comenzó a recibir revelaciones de Allah a través del Ángel Gabriel, las cuales continuaron hasta su muerte. Muhammad dedicó su vida a difundir las enseñanzas del Islam y a formar una comunidad mundial de seguidores, llamada Ummah, basada en los principios de justicia, caridad y sumisión a la Voluntad de Allah.

Los musulmanes lo consideran un modelo de comportamiento ético y siguen su ejemplo en la conducta personal, las relaciones sociales y las prácticas religiosas. Su profecía marcó el comienzo de la civilización islámica y continúa moldeando la identidad y la espiritualidad musulmanas en la actualidad"

Según la creencia islámica, Jesús (que la paz de Allah sea con él) regresará como profeta antes del fin de los tiempos. Sin embargo, es importante señalar que Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) es considerado el último y último profeta del Islam, por lo que le resulta imposible regresar después de su muerte. Los musulmanes creen firmemente que Jesús regresará como un Mensajero de Allah que refutará los conceptos erróneos y las creencias erróneas sobre sus primeros años en la tierra. 

Como se narra en varios Hadiz (dichos del Profeta Muhammad), Jesús matará al Anticristo. Aunque existen diferencias entre las creencias islámicas y cristianas sobre el regreso de Jesús, la primera anima a todos sus seguidores a respetar a Cristo y considerarlo uno de los mayores mensajeros enviados por Allâh.

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