El Paraíso, descrito en muchos versículos del Corán, es un lugar de felicidad eterna y está prometido a los creyentes. Dios muestra Su misericordia a los creyentes recompensándolos con el Paraíso. Quien niegue a Dios, adore algo junto a Él o en lugar de Él, o afirme que Dios tiene un hijo, hija o asociado, será condenado en la Otra Vida al fuego del Infierno. Convertirse al Islam salva a una persona del tormento de la tumba, del sufrimiento en el Día del Juicio y del Infierno eterno. Abrazar el Islam libera a una persona del castigo eterno del Infierno, del cual todos los profetas advirtieron a sus seguidores.